QUÉ TENER EN CUENTA PARA METERSE EN UNA REFORMA

Si pretendes reformar tu casa, primero de todo debes planificar bien el proyecto.
Pero… ¿por donde empezamos a prepararnos para la reforma?
Antes de empezar cualquier obra, debes pensar en las necesidades reales. En lo que realmente necesitas y quieres hacer.
Anótalas y coméntaselas a un profesional, para que conjuntamente encontréis soluciones a todas las propuestas. Ya sea una reforma parcial o total, es básico contar con información y con la asesoría de un técnico para conseguir los resultados que se pretenden.
No todos entendemos en construcción y reformas, por eso es importante asesorarse muy bien en todos los aspectos antes de empezar.
1 – Hacer números. Antes de empezar y sabiendo ya lo que se pretende realizar, debemos saber con qué presupuesto contamos. Pide diferentes presupuestos. Es aconsejable un mínimo de tres, para así poder comparar.
2 – Pedir permisos. La mayoría de reformas precisan de permisos. Éstos deben pedirse al ayuntamiento y según que tipo de permiso se necesite será necesaria la contratación de un técnico especialista.
Si las reformas forman parte de la terraza o instalación en la parte exterior de la vivienda, se deberá pedir permiso también a la comunidad.
3 – Solicitar ayudas. Depende de las obras que realices y de la comunidad autónoma dónde se encuentre el piso, existen diferentes tipos de subvenciones.
Antes de realizar la reforma infórmate de cuáles te interesan y de las que puedes aprovecharte. Apuesta por las instalaciones eficientes y aislamientos de la envolvente.
4 – Contar con un plano a escala. Si la reforma consiste en tirar tabiques y modificar habitaciones, es importante contar con un plano hecho a escala, donde salgan las modificaciones pertinentes.
Antes de empezar las reformas no olvides firmar el contrato con el constructor de la obra, donde especifique claramente todas las partidas a realizar, sus descripciones y especificaciones técnicas, y sobretodo los plazos previstos para la finalización de los trabajos y el compromiso de cumplirlos.
Intenta que todo quede bien definido cuando se firme, acabados, materiales y detalles, para evitar desviaciones futuras.
Y una vez empezadas las obras, es importante armarte de paciencia y estar permanentemente controlandolo todo. A pie de obra.
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